¿Te ha pasado que tienes un mosaico de azulejos o teselas con colores maravillosos, terminado y listo para fraguar, pero te invade ese extraño temor de elegir el color del fragüe incorrecto y piensas que puedes echar a perder todas esas horas de trabajo, todo ese material y que finalmente tu mosaico no tendrá la apariencia que tienes en mente?
Te aseguro que no eres la única persona que le ha pasado. Todos alguna vez tuvimos miedo a equivocarnos en este importante paso. Es por eso que te dejo acá todas mis sugerencias, para que esta tarea nunca se transforme en un dolor de cabeza.